En primer lugar, la manguera de goma debe sustituirse cada año y medio o dos años. Al reemplazar, se deben seleccionar mangueras de goma específicas para gas. Si se utilizan mangueras de goma que no sean específicas para gases, o si las mangueras están rígidas o agrietadas, puede ocurrir peligro; La longitud segura de la manguera es de 1,5 metros. Si la manguera es demasiado larga y atraviesa paredes o cristales de ventanas, existen riesgos para la seguridad. No basta con apagar el interruptor de la estufa cada vez que se acaba el gas. Según las estadísticas, apagar el interruptor de la estufa sin cerrar la válvula del gasoducto se ha convertido en una de las principales causas de accidentes relacionados con el gas. Porque una vez que la manguera de goma envejecida o la estufa no pueden soportar la presión, se producirán fugas de gas. Especialmente en invierno, cuando puertas y ventanas están bien cerradas, el gas filtrado no puede liberarse y, cuando se acumula hasta una cierta cantidad, puede provocar accidentes. Por ello, recordamos solemnemente al público en general que después de utilizar gas, además de apagar el interruptor de la estufa, también deben recordar cerrar la válvula del gasoducto.